Injerto de prunos

Los frutales se injertan en distintas épocas del año, dependiendo de la técnica. El injerto en astilla y el injerto en T se realizan desde mediados de verano hasta principios de otoño, mientras que el injerto en lengüeta se realiza a finales de invierno o principios de primavera.

Cómo injertarLa mayoría de las plantas deben injertarse dentro de su propia especie, es decir, los cultivares de Acer palmatum en un patrón de Acer palmatum. Sin embargo, a veces es posible injertar dentro de un género, es decir, Acer japonicum, A. circinatum y A. shirasawanum pueden injertarse en un patrón de Acer palmatum.

Algunas plantas pueden injertarse con éxito en especies diferentes, siempre que pertenezcan a la misma familia. Por ejemplo, Fothergilla en un portainjerto de Parrotia, ya que ambos pertenecen a la familia de las Hamamelidáceas.

Para injertar pinos, una regla general que hay que recordar es que un pino de cinco agujas puede injertarse en otro de cinco agujas. Lo mismo ocurre con los pinos de tres y dos agujas. Siempre hay excepciones a estas reglas y puede ser un caso de prueba y error.

El injerto lateral suele realizarse a finales de invierno o principios de primavera, antes de la brotación. La madera de injerto debe proceder de madera sana de uno o dos años. Los mejores portainjertos son las plántulas de dos años, idealmente del grosor de un lápiz.

Materiales para injertar plantas

Los árboles frutales constan de dos partes. La parte del árbol que está en el suelo se llama portainjerto, la parte del árbol que podemos ver por encima del suelo es la variedad real de manzana, pera, ciruela, cereza, etc. Se preguntará por qué se cultivan los árboles de esta manera. ¿Por qué no plantar simplemente una semilla de manzana en el suelo y cultivar manzanas en el árbol que se desarrolla después de que la semilla haya germinado? Hay varias razones para ello, pero la más importante es que el árbol cultivado a partir de la semilla de esa manzana concreta que tanto le gustó será totalmente diferente en sabor y aspecto. En otras palabras, la propagación de árboles frutales de una variedad específica sólo puede lograrse mediante el injerto o la injertación de la parte vegetativa de esa variedad en el portainjerto.

Otra razón importante para injertar la variedad en un portainjerto es que esto nos da la posibilidad de controlar el tamaño del árbol final. Considerando las manzanas a modo de ejemplo, los portainjertos se producen mediante una cuidadosa selección de manzanos de cangrejo, según su tamaño y estado sanitario. Estos portainjertos se identifican con letras y números: por ejemplo, el M27 producirá un manzano muy pequeño, mientras que los manzanos cultivados en el tipo M16 producirán una unidad muy vigorosa y de fuerte crecimiento que dará lugar a un árbol grande. La M en el nombre del portainjerto proviene de Malling, es decir, de la estación de investigación de East Malling en Kent, donde se realizaron muchos trabajos sobre portainjertos enanos en el siglo XX. MM, como en MM106 y MM111, se refiere a Malling-Merton, y a la cooperación entre la estación de investigación de East Malling y el Instituto John Innes de Merton.

Injertar árboles frutales

El injerto es la forma más común de propagar un árbol frutal. Se extrae del árbol madre una rama que reproducirá exactamente el fruto y se guarda en un lugar húmedo y fresco hasta la primavera. Esto se denomina madera de injerto.

Ambos aportan atributos al árbol. El portainjerto determina la altura, la resistencia a las enfermedades, los ángulos de ramificación y la velocidad a la que la nueva planta dará fruto. El injerto dicta las características del fruto.

1. Tome esquejes de nuevo crecimiento fuerte, idealmente del grosor y la longitud de un lápiz, envuélvalos con una toalla de papel húmeda, séllelos bien en una bolsa de plástico, etiquételos y guárdelos en el frigorífico. Así se mantiene el esqueje húmedo y en hibernación de invierno.

3. A principios de septiembre, cuando la savia empiece a fluir por el portainjerto, corta y une los dos de forma que el cambium (la capa verde que está justo debajo de la corteza) se toque lo máximo posible. A continuación, se ata con cinta adhesiva o tiras de plástico y se deja que la unión cicatrice.

Hay muchas formas diferentes de hacer el corte, pero la más sencilla es la unión en hendidura. Utiliza un cuchillo muy afilado y no toques los bordes del corte. El objetivo es alinear la mayor parte posible de la capa de cámbium, pero normalmente sólo se puede conseguir que coincida un lado.

¿Por qué se utiliza tanto el injerto para la reproducción de árboles frutales?

Los injertos y las yemas son técnicas hortícolas que se utilizan para unir partes de dos o más plantas para que parezcan crecer como una sola. En el injerto, la parte superior (púa) de una planta crece sobre el sistema de raíces (patrón) de otra planta. En el proceso de injerto, se toma una yema de una planta y se cultiva en otra.

Aunque el injerto se considera un arte y una ciencia modernos, el injerto no es nuevo. La práctica del injerto se remonta a 4.000 años atrás, en la antigua China y Mesopotamia. Ya hace 2.000 años se reconocían los problemas de incompatibilidad que podían surgir al injertar aceitunas y otros árboles frutales.

Dado que los injertos y las yemas son métodos de propagación asexual o vegetativa, la nueva planta que crece a partir de la púa o la yema será exactamente igual a la planta de la que procede. Estos métodos de reproducción de plantas suelen elegirse porque los esquejes de la planta deseada enraízan mal (o no lo hacen). Además, estos métodos confieren a la planta una determinada característica del portainjerto: por ejemplo, rusticidad, tolerancia a la sequía o resistencia a las enfermedades. Dado que ambos métodos requieren un amplio conocimiento de las especies de cultivos de vivero y de su compatibilidad, el injerto y el esqueje son dos técnicas que suelen practicar sólo los viveristas más experimentados.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.