El metabolismo muscular

El catabolismo es un proceso durante el cual se descompone la materia orgánica y se libera simultáneamente la energía. Se caracteriza por la desaparición de las reservas de glucógeno y la movilización de fuentes de energía no sacáridas: grasas y proteínas. El catabolismo tiene lugar durante una mayor actividad de movimiento y es necesario para mantener las funciones vitales.

El anabolismo, por el contrario, es un proceso que consume energía durante el cual se crean sustancias. El suministro de sustrato supera la necesidad inmediata. El organismo crea reservas de energía, los tejidos se crean y se renuevan. Los procesos anabólicos son frecuentes en situaciones de actividad física reducida.

Los nutrientes básicos (carbohidratos, lípidos, proteínas) están presentes en los alimentos que ingerimos. Estos se transforman y se absorben a través del sistema digestivo. Los hidratos de carbono se descomponen en hidratos de carbono individuales (monosacáridos) donde la glucosa es uno de los más importantes. Los lípidos se descomponen en ácidos grasos libres y glicerol. Las proteínas se descomponen en aminoácidos. Estos agentes simples pueden participar en procesos más complicados.

Fisiología de la fatiga muscular

Los músculos utilizan la energía química almacenada en los alimentos que ingerimos y la convierten en calor y energía de movimiento (energía cinética). La energía es necesaria para permitir el crecimiento y la reparación de los tejidos, para mantener la temperatura corporal y para alimentar la actividad física. La energía procede de alimentos ricos en hidratos de carbono, proteínas y grasas.

La fuente de energía que se utiliza para impulsar el movimiento de contracción en los músculos en funcionamiento es el trifosfato de adenosina (ATP), la forma bioquímica del cuerpo de almacenar y transportar energía. El ATP es un nucleótido de alta energía que actúa como fuente instantánea de energía dentro de la célula. Cuando los músculos se contraen, descomponen el ATP en una reacción que proporciona energía. Sin embargo, las células musculares sólo almacenan suficiente ATP para alimentar unos pocos segundos de contracción máxima. Una vez que se inicia la contracción muscular, la fabricación de ATP debe comenzar rápidamente.

Para seguir trabajando, las células musculares deben reponer su suministro de ATP. Todas las células musculares contienen un compuesto de alta energía, el fosfato de creatina, que se descompone rápidamente para producir ATP. Dado que las reservas de fosfato de creatina también son limitadas, este sistema energético sólo puede mantener el máximo rendimiento muscular durante unos 10 segundos. El sistema de fosfágeno es la principal fuente de energía durante las explosiones rápidas y muy cortas de actividad, como los sprints.

Fuentes de energía para la contracción muscular quizlet

La principal fuente de combustible que utilizan los músculos para obtener energía son los hidratos de carbono, ya que son la fuente de energía más rápida. Una vez consumidos, los hidratos de carbono se convierten en azúcares, incluida la glucosa, que se absorben y se utilizan como energía. Toda la glucosa que no se utiliza inmediatamente se almacena como glucógeno en el hígado y los músculos para utilizarla más tarde como combustible de uso rápido, recordando que el exceso se almacena como grasas que pueden utilizarse como energía de liberación más lenta. Las reservas de grasa son infinitas, las del hígado y los músculos no.

Las grasas se almacenan en forma de triglicéridos en tu cuerpo, normalmente dentro del tejido adiposo. Si el cuerpo necesita energía y no hay glucosa disponible, el tejido adiposo comienza a descomponer los ácidos grasos en moléculas que las células utilizan como energía. La descomposición de las grasas desempeña un papel crucial en la pérdida de peso.

Las proteínas contienen unidades llamadas aminoácidos y son una estructura muy compleja. Esta complejidad hace que el cuerpo tarde más en descomponerlas, lo que produce una fuente de energía mucho más lenta y duradera. Si se consumen más proteínas de las que necesita el cuerpo, se descomponen y se almacenan en forma de grasa.

Músculos atp

Los músculos esqueléticos (comúnmente denominados músculos) son órganos del sistema muscular de los vertebrados que, en su mayoría, están unidos por tendones a los huesos del esqueleto[1][2] Las células musculares de los músculos esqueléticos son mucho más largas que en los otros tipos de tejido muscular, y suelen conocerse como fibras musculares[3] El tejido muscular de un músculo esquelético es estriado, es decir, tiene un aspecto rayado debido a la disposición de los sarcómeros.

Los músculos esqueléticos son músculos voluntarios bajo el control del sistema nervioso somático. Los otros tipos de músculo son el músculo cardíaco, que también es estriado, y el músculo liso, que no es estriado; ambos tipos de tejido muscular se clasifican como involuntarios, es decir, bajo el control del sistema nervioso autónomo[4].

Un músculo esquelético contiene múltiples fascículos – haces de fibras musculares. Cada fibra individual, y cada músculo, está rodeado por un tipo de capa de tejido conectivo de fascia. Las fibras musculares se forman a partir de la fusión de mioblastos en desarrollo en un proceso conocido como miogénesis que da lugar a largas células multinucleadas. En estas células, los núcleos, denominados mionúcleos, están situados en el interior de la membrana celular. Las fibras musculares también tienen múltiples mitocondrias para satisfacer las necesidades energéticas.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.