Producción mundial de energía por fuente 2020
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La Agencia Internacional de la Energía señala que se prevé que el desarrollo y el despliegue de tecnologías de electricidad renovable sigan desplegándose a niveles récord, pero se necesitan políticas gubernamentales y apoyo financiero para incentivar un despliegue aún mayor de electricidad limpia (y de infraestructuras de apoyo) para que el mundo tenga la oportunidad de alcanzar sus objetivos climáticos netos.
En el sector del transporte, los combustibles renovables, como el etanol y el biodiésel, han aumentado considerablemente durante la última década. Sin embargo, se espera un crecimiento más lento (entre el 0,6% y el 0,7% anual) hasta mediados de siglo.
En el sector industrial, la biomasa representa el 98% del uso de energía renovable, con aproximadamente el 60% derivado de la biomasa de la madera, el 31% de los biocombustibles y casi el 7% de los residuos de biomasa.
La incertidumbre sobre los créditos fiscales federales (por ejemplo, la Norma de Combustibles Renovables), la Norma de Combustibles Bajos en Carbono de California, los precios de los combustibles y el crecimiento económico influirán en el ritmo de desarrollo de las fuentes de energía renovables en Estados Unidos.
La producción de energía en el mundo
La mayoría de los estadounidenses (77%) afirma que es más importante para Estados Unidos desarrollar fuentes de energía alternativas, como la solar y la eólica, que producir más carbón, petróleo y otros combustibles fósiles, según una reciente encuesta del Pew Research Center. Lo que plantea la pregunta: ¿Cómo satisface Estados Unidos sus enormes necesidades energéticas y cómo ha cambiado, si es que lo ha hecho?
La respuesta, como cabría esperar, es complicada. El uso de la energía solar y eólica ha crecido a un ritmo rápido durante la última década, pero en 2018 esas fuentes representaban menos del 4% de toda la energía utilizada en Estados Unidos. (Ese es el año completo más reciente del que se dispone de datos.) Desde que tenemos datos, la mayor parte de la energía utilizada en Estados Unidos ha procedido del carbón, el petróleo y el gas natural. En 2018, esos “combustibles fósiles” alimentaron alrededor del 80% de la demanda energética de la nación, un poco menos que el 84% de la década anterior. Aunque el uso del carbón ha disminuido en los últimos años, el uso del gas natural se ha disparado, mientras que la participación del petróleo en la ficha energética de la nación ha fluctuado entre el 35% y el 40%.
Fuentes de energía
Las respuestas dependen de nuestro inventario de fuentes. Nuestro suministro de energía procede principalmente de los combustibles fósiles, mientras que la energía nuclear y las fuentes renovables completan la mezcla. Estas fuentes se originan principalmente en nuestra estrella local, el Sol. La electricidad entra en su propia categoría porque es un portador de energía y no una fuente primaria. Aquí exploramos los pros y los contras de cada recurso y examinamos algunas de las tecnologías emergentes que podrían transformar nuestra situación energética en el futuro.
Además de la energía solar directa procedente de fuentes fotovoltaicas y termosolares, el carbón, el petróleo, el gas natural, la biomasa e incluso la energía eólica e hidráulica que aprovechamos para generar electricidad derivan originalmente su contenido energético de los efectos de la luz solar. Descubra cómo nuestra estrella local es la fuente de energía por excelencia.
Los expertos prevén un aumento del 11% en la demanda de electricidad en Estados Unidos para 2040. ¿De qué fuentes dependemos actualmente para generar nuestro suministro de energía eléctrica y cómo podrían cambiar en el futuro?
Los combustibles fósiles suministran la energía asequible que necesitamos para muchas de las funciones esenciales para nuestra sociedad. Conozca los costes y beneficios de cada una de estas fuentes, incluidas las consecuencias medioambientales de mantener el statu quo.
Fuentes de energía renovables
¿Las fuentes de energía son renovables o no renovables? Puede decidirlo usted mismo. Si una fuente de energía se sustituye a medida que la utilizamos, de modo que nunca podemos agotarla, se denomina renovable. Si la fuente de energía tiene un suministro limitado y definitivo y no puede ser sustituida, se denomina no renovable. Esta idea es importante porque nos ayuda a decidir cómo debemos utilizar cada una de nuestras numerosas fuentes de energía.
Como ves, el sol es la fuente de muchos tipos de energía que se encuentran en la naturaleza. Estos tipos de energía están a nuestro alrededor todo el tiempo. Se producen rápidamente y se reponen constantemente a medida que las utilizamos. Por eso decimos que son renovables.
La energía del sol también se puede almacenar. Las plantas almacenan la energía del sol mientras crecen. Las frutas, las verduras y la madera de los árboles, por ejemplo, contienen energía solar almacenada. Lo llamamos energía de la biomasa, de “bio” por “vida” o “viviente”. Este tipo de energía también es renovable, pero, por supuesto, se tarda más en hacer crecer una planta o un árbol que en obtener el calor directamente de la luz solar.