Energía limpia
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Convertirse en el primer continente climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050 es el objetivo que subyace al Pacto Verde Europeo (COM(2019) 640 final), el ambicioso paquete de medidas que debería permitir a los ciudadanos y a las empresas europeas beneficiarse de una transición verde sostenible.
El uso de las energías renovables tiene muchos beneficios potenciales, como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la diversificación de los suministros de energía y la reducción de la dependencia de los mercados de combustibles fósiles (en particular, el petróleo y el gas). El crecimiento de las fuentes de energía renovables también puede estimular el empleo en la UE, mediante la creación de puestos de trabajo en las nuevas tecnologías “verdes”.
Este artículo ofrece estadísticas recientes sobre la cuota de energía procedente de fuentes renovables en general y en tres sectores de consumo (electricidad, calefacción y refrigeración, y transporte) en la Unión Europea (UE). Las fuentes de energía renovables incluyen la energía eólica, la energía solar (térmica, fotovoltaica y concentrada), la energía hidráulica, la energía mareomotriz, la energía geotérmica, el calor ambiental captado por las bombas de calor, los biocombustibles y la parte renovable de los residuos.
El mundo de la producción de energía
Las respuestas dependen de nuestro inventario de fuentes. Nuestro suministro de energía procede principalmente de los combustibles fósiles, mientras que la energía nuclear y las fuentes renovables completan la mezcla. Estas fuentes se originan principalmente en nuestra estrella local, el Sol. La electricidad entra en su propia categoría porque es un portador de energía y no una fuente primaria. Aquí exploramos los pros y los contras de cada recurso y examinamos algunas de las tecnologías emergentes que podrían transformar nuestra situación energética en el futuro.
Además de la energía solar directa procedente de fuentes fotovoltaicas y termosolares, el carbón, el petróleo, el gas natural, la biomasa e incluso la energía eólica e hidráulica que aprovechamos para generar electricidad derivan originalmente su contenido energético de los efectos de la luz solar. Descubra cómo nuestra estrella local es la fuente de energía por excelencia.
Los expertos prevén un aumento del 11% en la demanda de electricidad en Estados Unidos para 2040. ¿De qué fuentes dependemos actualmente para generar nuestro suministro de energía eléctrica y cómo podrían cambiar en el futuro?
Los combustibles fósiles suministran la energía asequible que necesitamos para muchas de las funciones esenciales para nuestra sociedad. Conozca los costes y beneficios de cada una de estas fuentes, incluidas las consecuencias medioambientales de mantener el statu quo.
Consumo mundial de energía por fuentes
Hoy en día, cuando pensamos en las combinaciones energéticas, pensamos en una gran variedad de fuentes: carbón, petróleo, gas, energía nuclear, hidroeléctrica, solar, eólica y biocombustibles. Pero si miramos atrás, hace un par de siglos, nuestras combinaciones energéticas eran relativamente homogéneas. Y la transición de una fuente a otra era increíblemente lenta.
En el gráfico mostrado vemos el consumo mundial de energía primaria desde el año 1800. Estos datos anteriores proceden de la obra de Vaclav Smil Energy Transitions: Global and National Perspectives.1 Los datos a partir de 1965 proceden de la última edición del Statistical Review of World Energy de BP.2
Vemos que hasta mediados del siglo XIX, la biomasa tradicional -la quema de combustibles sólidos como la madera, los residuos de las cosechas o el carbón vegetal- era la fuente de energía dominante en todo el mundo. Pero con la Revolución Industrial surgió el carbón, seguido del petróleo, el gas y, a finales del siglo XX, la energía hidráulica.
Lo que Vaclav Smil -y otros investigadores que estudian estas transiciones energéticas a largo plazo entre países- destaca en su trabajo es la lentitud con la que se han producido las transiciones energéticas en el pasado. La velocidad y la escala de la transición energética que necesitamos hoy en día para pasar de los combustibles fósiles a la energía baja en carbono es, por lo tanto, un nuevo reto, muy diferente del pasado.
Fuentes de energía renovable
Hogares, fábricas, empresas y naciones: todos dependen de las fuentes de energía. Pero, ¿qué tipo de fuentes de energía utilizamos? ¿Cuánta energía consumimos? ¿Y qué podemos hacer para reducir nuestra huella ecológica?
Desde la revolución industrial, consumimos cada vez más. Primero, utilizamos sobre todo carbón y, con la calefacción, hicimos máquinas de vapor. La tendencia no cambió durante décadas y, sin embargo, seguimos utilizando principalmente fuentes no renovables. La demanda de fuentes de energía aumenta exponencialmente. Con la mayor demanda que no puede ser abastecida sólo con energía renovable, provocamos dos problemas:
¿Cuáles son las fuentes de energía no renovables? Los llamados combustibles fósiles se enfrentan a una disminución de su cantidad cada año, por lo que tenemos que utilizarlos de forma inteligente. Puedes ayudar a ahorrar energía en el trabajo y también en casa.
Con los paneles solares, podemos recoger la energía procedente del sol y utilizarla. La energía solar puede ser estacional, y hasta que no podamos almacenarla adecuadamente, hay muchas posibilidades de que no podamos cubrir nuestras necesidades energéticas sólo con la energía solar.