Zona intermareal

Este artículo describe el hábitat de las costas rocosas en un entorno de mareas. Es una de las subcategorías de hábitat dentro de la sección que trata de la biodiversidad de los hábitats y ecosistemas marinos. Ofrece una introducción al tipo de biota que vive allí, los problemas y adaptaciones a los que se enfrenta el hábitat y su importancia en el medio marino.

Las zonas intermareales rocosas son un entorno biológicamente rico que puede incluir varios tipos de hábitat distintos, como acantilados rocosos escarpados, plataformas, charcas de roca y campos de cantos rodados. Debido a la acción permanente de las mareas y las olas, se caracteriza por sus rasgos erosivos. Junto con el viento, la luz solar y otros factores físicos, crea un entorno complejo, véase Morfología de las costas rocosas.

Los organismos que viven en esta zona experimentan grandes fluctuaciones diarias en su entorno. Por ello, deben ser capaces de tolerar cambios extremos de temperatura, salinidad, humedad y acción del oleaje para sobrevivir.

Dado que las condiciones físicas y las tensiones asociadas difieren en gran medida en las distintas zonas de elevación, también existen grandes diferencias en la composición de las especies en las distintas zonas de elevación. Las distintas bandas o zonas horizontales de las rocas están pobladas por grupos específicos de organismos, lo que se denomina zonación vertical[2]. Es una característica casi universal de la zona intermareal.

Ecosistemas marinos

La subida y bajada de las mareas en una costa rocosa puede definir un hábitat volátil para la vida marinaPlaya rocosa en Lanzarote, EspañaPlaya rocosa en las Islas CanariasPlaya rocosa en Batanes, FilipinasPlaya rocosa en Leblon, Brasil

Una costa rocosa es una zona intermareal de las costas marinas donde predomina la roca sólida. Las costas rocosas son entornos biológicamente ricos y constituyen un útil «laboratorio natural» para estudiar la ecología intermareal y otros procesos biológicos. Debido a su gran accesibilidad, han sido bien estudiadas durante mucho tiempo y sus especies son bien conocidas[1][2].

Muchos factores favorecen la supervivencia de la vida en las costas rocosas. Las aguas costeras templadas se mezclan gracias a las olas y a la convección, manteniendo una disponibilidad adecuada de nutrientes. Además, el mar aporta plancton y materia orgánica descompuesta con cada marea. La alta disponibilidad de luz (debido a las bajas profundidades) y los niveles de nutrientes significan que la productividad primaria de algas y algas marinas puede ser muy alta. Las acciones humanas también pueden beneficiar a las costas rocosas debido a la escorrentía de nutrientes.

Hábitats: Orillas del mar [CLIP]

La mayoría de los sistemas rocosos intermareales están expuestos a graves cambios de marea, diurnos y estacionales en los parámetros ambientales. Además, muestran una extrema vulnerabilidad a los impactos antropogénicos. Por lo tanto, la investigación sobre los múltiples impulsores es crucial para comprender la complejidad de sus posibles interacciones. En primer lugar, ofrecemos una visión general del entorno natural y de los impactos del cambio climático en los sistemas intermareales de las costas rocosas, para después centrarnos en los impactos de los múltiples impulsores. Además, ofrecemos un resumen de los estudios existentes sobre los múltiples impulsores en la literatura con el objetivo de comprender mejor las interacciones de los mismos. Dado que los múltiples impulsores pueden afectar a los sistemas intermareales de la costa rocosa a diferentes escalas espaciales y temporales, y que el resultado de sus efectos sigue siendo más bien una «sorpresa ecológica», recomendamos una evaluación más amplia del contexto ambiental y biológico. Proponemos un nuevo enfoque integrado basado en la literatura existente: esto complementa los marcos anteriores, pero con una mejor comprensión de los sistemas de impulsores múltiples co-ocurrentes del intermareal rocoso, con el fin de encontrar soluciones de gestión basadas en predicciones precisas e informadas en estos tiempos de cambio global.

TRABAJO DE CAMPO EN VIVO – KS5 | Ecología de las costas rocosas

La subida y bajada de las mareas en una costa rocosa puede definir un hábitat volátil para la vida marinaPlaya rocosa en Lanzarote, EspañaPlaya rocosa en las Islas CanariasPlaya rocosa en Batanes, FilipinasPlaya rocosa en Leblon, Brasil

Una costa rocosa es una zona intermareal de las costas marinas donde predomina la roca sólida. Las costas rocosas son entornos biológicamente ricos y constituyen un útil «laboratorio natural» para estudiar la ecología intermareal y otros procesos biológicos. Debido a su gran accesibilidad, han sido bien estudiadas durante mucho tiempo y sus especies son bien conocidas[1][2].

Muchos factores favorecen la supervivencia de la vida en las costas rocosas. Las aguas costeras templadas se mezclan gracias a las olas y a la convección, manteniendo una disponibilidad adecuada de nutrientes. Además, el mar aporta plancton y materia orgánica descompuesta con cada marea. La alta disponibilidad de luz (debido a las bajas profundidades) y los niveles de nutrientes significan que la productividad primaria de algas y algas marinas puede ser muy alta. Las acciones humanas también pueden beneficiar a las costas rocosas debido a la escorrentía de nutrientes.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.