Descomposición en los ecosistemas acuáticos
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Los efectos humanos en los ecosistemas acuáticos pueden ser consecuencia de la contaminación, de los cambios en el paisaje o en los sistemas hidrológicos y de impactos a mayor escala, como el cambio climático global. La complejidad de los ecosistemas acuáticos y los vínculos que existen en ellos pueden hacer que el efecto de las perturbaciones en ellos sea difícil de predecir. Estos vínculos significan que el daño a un componente del ecosistema puede llevar a impactos en otros componentes del ecosistema. Una mayor comprensión de los ecosistemas acuáticos puede conducir a mejores prácticas que minimicen los impactos en los entornos acuáticos.
Impacto del cambio climático en el ecosistema marino ppt
Los ecosistemas acuáticos son componentes críticos del medio ambiente mundial. Además de contribuir de forma esencial a la biodiversidad y la productividad ecológica, también proporcionan una serie de servicios a las poblaciones humanas, como agua para beber y regar, oportunidades de recreo y hábitat para pesquerías de importancia económica. Sin embargo, los sistemas acuáticos se ven cada vez más amenazados, directa e indirectamente, por las actividades humanas. Además de los retos que plantean el cambio de uso del suelo, la contaminación ambiental y el desvío de agua, se espera que los sistemas acuáticos empiecen a experimentar pronto el estrés añadido del cambio climático global.
“Los ecosistemas acuáticos y el cambio climático global” es el séptimo de una serie de informes que examinan las posibles repercusiones del cambio climático en el medio ambiente de Estados Unidos. En él se detallan los efectos probables del cambio climático durante el próximo siglo en los ecosistemas acuáticos de Estados Unidos. Los autores del informe, los doctores N. LeRoy Poff, Mark Brinson y John Day, Jr:
Los autores y el Centro agradecen las aportaciones de los doctores Virginia Burkett, Judy Meyer, Elizabeth Strange y Alan Covich a este informe. El Centro también desea agradecer a Joel Smith, de Stratus Consulting, su ayuda en la gestión de esta serie de impactos ambientales.
¿Cómo afecta el cambio climático a los ecosistemas terrestres?
-, o N orgánico disuelto (DON), que puede incorporarse a la biomasa o transformarse en la fase disuelta en compuestos nitrogenados adicionales. El amonio puede ser transformado por los microorganismos nitrificantes en condiciones óxicas (con algunas excepciones) en NO3
– y este es un área de investigación activa (Taylor y Townsend 2010).La intensificación de la estratificación aumentará la extensión de la hipoxia y la anoxia en el hipolimnio de los ecosistemas lacustres. Las tasas de desnitrificación pueden aumentar en los sedimentos y en la columna de agua hipóxica de los lagos estratificados, reduciendo la cantidad de N exportado a las zonas costeras (Tabla Suplementaria Online). Sin embargo, es igualmente razonable pensar que el aumento de la estratificación disminuirá la desnitrificación al limitar la cantidad de NO3 de contacto.
HumedalesTanto los humedales naturales como los construidos tienen una gran capacidad de almacenamiento de N en los suelos y en la biomasa y de eliminación por desnitrificación (Seitzinger 1988). La eliminación total de Nr por parte de los humedales en los Estados Unidos contiguos se ha estimado recientemente en 5,8 Tg N año-1 (Tabla 1; Jordan et al. 2011). Esto es mayor que cualquier otro tipo de ecosistema acuático en este análisis (Fig. 2a), y más de la mitad de la tasa de aplicación anual de fertilizantes inorgánicos de N en los Estados Unidos (aproximadamente 11Tg N año-1; US EPA 2011; Sobota et al., en prensa). Aunque el almacenamiento y la eliminación de N aumentan en respuesta a la carga de N, y la evidencia de la saturación de N de los humedales es escasa (Jordan et al. 2011), no está claro cómo el N y el clima interactuarán para influir en el almacenamiento de N de los humedales. Los suelos de los humedales tendrán una menor capacidad de almacenar y eliminar N si se secan en respuesta a un aumento de la evapotranspiración o a una disminución de las precipitaciones. Por el contrario, el aumento de la frecuencia y la severidad de las lluvias fuertes pulsadas podría disminuir la eficiencia de eliminación de N de los humedales al disminuir el tiempo de residencia del N y del agua, o aumentar la retención de N de los humedales al inundar una mayor área, promoviendo así la formación de sitios anaeróbicos donde puede ocurrir la desnitrificación. Las interacciones entre el clima, la carga de N y los humedales no están bien delimitadas, pero, dada la eficiencia con la que los humedales pueden eliminar el N, se trata de un área de investigación futura crítica.Fig. 2
Actividades humanas que afectan a los ecosistemas acuáticos
Las floraciones de algas nocivas a veces crean toxinas que son perjudiciales para los peces y otros animales. Tras ser consumidas por los peces pequeños y los mariscos, estas toxinas ascienden por la cadena alimentaria y pueden afectar a animales más grandes, como leones marinos, tortugas, delfines, aves y manatíes.
La contaminación por nutrientes puede crear zonas muertas -áreas en el agua con poco o ningún oxígeno- donde la vida acuática no puede sobrevivir. Estas zonas, también conocidas como hipoxia, están causadas por la proliferación de algas que consumen oxígeno al morir y descomponerse. Los animales acuáticos, especialmente los peces jóvenes y los habitantes del fondo marino, como los cangrejos y las almejas, deben abandonar la zona afectada para sobrevivir.
Se han documentado más de 166 zonas muertas en todo el país, que afectan a masas de agua como la Bahía de Chesapeake y el Golfo de México. La zona muerta del Golfo de México es la más grande de Estados Unidos, con una extensión de 5.840 millas cuadradas en 2013. Se produce cada verano debido a la contaminación por nutrientes de la cuenca del río Misisipi, una zona que drena 31 estados aguas arriba. El Grupo de Trabajo sobre Hipoxia del Río Mississippi/Golfo de México coordina la gestión de los nutrientes en esta zona.