Servicios ecológicos de la biodiversidad
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Los conceptos de servicios de la naturaleza (Westman, 1977) o servicios de los ecosistemas (Ehrlich y Ehrlich, 1981) se desarrollaron originalmente para llamar la atención sobre los beneficios que los ecosistemas generan para la sociedad y para concienciar sobre la conservación de la biodiversidad. Dado que los servicios ecosistémicos dependen, por definición, de las funciones ecológicas, revelar su valor debería, en teoría, incitar a los gestores y responsables políticos a salvaguardar dichas funciones. En un primer intento, Costanza et al. (1997) calcularon que el valor monetario de 17 servicios ecosistémicos oscilaba entre 16 y 54 billones de dólares estadounidenses al año, lo que inició una oleada de investigaciones sobre cómo valorar los servicios ecosistémicos (De Groot et al., 2002; Engel et al., 2008; TEEB, 2010). Aunque la valoración de los servicios ecosistémicos es compleja y controvertida, el concepto ha tenido importantes consecuencias para el desarrollo de la investigación y las políticas medioambientales en las últimas décadas. La Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, en una evaluación global de la situación y los factores que impulsan los cambios pasados y futuros previstos en la prestación de los servicios de los ecosistemas, demostró la necesidad urgente de investigar en este campo (Evaluación de los Ecosistemas del Milenio, 2005).
Ejemplos de servicios de los ecosistemas
Los seres humanos dependen en gran medida de los bienes proporcionados por los ecosistemas naturales y gestionados. Estos bienes y otros beneficios que los ecosistemas proporcionan a la humanidad se denominan colectivamente servicios de los ecosistemas. Las actividades antropogénicas afectan a la diversidad de los organismos que se encuentran en los ecosistemas por encima y por debajo del suelo, y por tanto influyen en la prestación de los servicios de los ecosistemas. En consecuencia, ha aumentado el interés científico por la relación entre la biodiversidad y la prestación de servicios ecosistémicos, pero la investigación se ha centrado principalmente en los sistemas aéreos. A continuación, haremos una breve introducción a la importancia de los servicios ecosistémicos que prestan los suelos para el bienestar de los seres humanos y mostraremos cómo la biota del suelo contribuye a la prestación de servicios ecosistémicos. A continuación, exploraremos la relación entre la biodiversidad del suelo y los servicios ecosistémicos, y discutiremos por qué la biodiversidad podría influir teóricamente en el ritmo y la estabilidad de la provisión de servicios ecosistémicos.
El término “servicios de los ecosistemas” se definió en la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (MEA 2005) como “los beneficios que las personas obtienen de los ecosistemas”, tanto naturales como gestionados. Estos servicios pueden clasificarse como provisionales, reguladores, culturales o de apoyo, también denominados procesos de apoyo (Tabla 1). Las tres primeras categorías tienen un impacto directo en el bienestar humano, mientras que la última tiene un impacto indirecto al apoyar los servicios provisionales, reguladores y culturales. Para simplificar, nos referiremos a todas las categorías como servicios a lo largo de este artículo. Sin embargo, todos estos servicios, ya sean directos o indirectos, son esenciales para la vida humana y el bienestar de los seres humanos (Costanza et al. 1997, Daily et al. 1997, Wall 2004, MEA 2003, 2005).
Funcionamiento del ecosistema
En VALUES hemos estudiado dos hábitats diferentes: los sedimentos blandos profundos y las bahías y ensenadas poco profundas, y cómo se ven afectados por las especies invasoras y la eutrofización. Hemos demostrado cómo los problemas ambientales y sus efectos en los ecosistemas influyen en la producción de servicios ecosistémicos. Los métodos y enfoques utilizados pueden aplicarse también en diferentes contextos. Sin embargo, un requisito previo es que sea posible encontrar cuantificaciones de la relación entre funciones y servicios. La valoración económica es una herramienta importante para comprender los valores que están en juego cuando se comparan diferentes alternativas en los procesos de decisión.
Los sedimentos blandos profundos cubren gran parte del Mar Báltico. Este hábitat produce varias funciones ecosistémicas importantes, como la descomposición de la materia orgánica y la recirculación de nutrientes. La invasión del género de poliquetos no autóctonos Marenzelleria ha influido en estos procesos.
Las ensenadas y bahías poco profundas son hábitats importantes para los peces costeros. Muchas zonas también están muy afectadas por la eutrofización, que disminuye la transparencia del agua y cambia la composición de la vegetación, lo que a su vez influye en la abundancia de peces.
Ejemplos de funciones de los ecosistemas
Turbera de montaña en Gales, que constituye la fuente oficial del río Severn. Las turberas sanas secuestran el carbono, retienen el agua, reduciendo así el riesgo de inundaciones, y suministran agua limpia mejor que los hábitats degradados.
Los servicios de los ecosistemas son los numerosos y variados beneficios que el medio ambiente natural y los ecosistemas sanos proporcionan a los seres humanos. Estos ecosistemas incluyen, por ejemplo, los agroecosistemas, los ecosistemas forestales, los ecosistemas de praderas y los ecosistemas acuáticos. Estos ecosistemas, que funcionan en una relación saludable, ofrecen cosas como la polinización natural de los cultivos, el aire limpio, la mitigación de los fenómenos meteorológicos extremos y el bienestar mental y físico del ser humano. En conjunto, estos beneficios se están conociendo como “servicios de los ecosistemas”, y suelen ser parte integrante del suministro de agua potable, la descomposición de los residuos y la resistencia y productividad de los ecosistemas alimentarios.
Aunque los científicos y los ecologistas llevan décadas hablando implícitamente de los servicios de los ecosistemas, la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (EM) de principios de la década de 2000 popularizó este concepto[1]. En ella, los servicios de los ecosistemas se agrupan en cuatro grandes categorías: de aprovisionamiento, como la producción de alimentos y agua; de regulación, como el control del clima y las enfermedades; de apoyo, como los ciclos de nutrientes y la producción de oxígeno; y culturales, como los beneficios espirituales y recreativos. Para ayudar a los responsables de la toma de decisiones, se están valorando muchos servicios de los ecosistemas con el fin de establecer comparaciones equivalentes a las infraestructuras y servicios creados por el hombre.