Importancia del ecosistema terrestre

La vida en un ecosistema suele consistir en la competencia por los recursos limitados, una característica de la teoría de la selección natural. La competencia en las comunidades (todos los seres vivos dentro de hábitats específicos) se observa tanto dentro de las especies como entre especies diferentes. Los recursos por los que compiten los organismos incluyen la materia orgánica de los organismos vivos o anteriormente vivos, la luz solar y los nutrientes minerales, que proporcionan la energía para los procesos vivos y la materia para formar las estructuras físicas de los organismos. Otros factores críticos que influyen en la dinámica de la comunidad son los componentes de su entorno físico y geográfico: la latitud de un hábitat, la cantidad de lluvia, la topografía (elevación) y las especies disponibles. Todas ellas son variables ambientales importantes que determinan qué organismos pueden existir en una zona concreta.

Ecosistema acuático

Los animales, las plantas y otros organismos se agrupan en combinaciones que reconocemos como diferentes «sistemas». Las mezclas de especies en estas agregaciones están influidas por factores como las variaciones en los regímenes de lluvia y temperatura, el tipo de suelo, la altitud y la exposición a la luz solar. También son importantes los factores históricos, como las especies que llegaron primero. Estas agrupaciones son útiles para clasificar la variedad de la vida a un nivel superior al de las especies. Se denominan «ecosistemas», «comunidades», «tipos de vegetación», «asociaciones de vegetación» u otros términos similares (Tabla 8.4). Estos diferentes enfoques son comprensibles, ya que las agregaciones son percepciones humanas. Sin embargo, la falta de términos estandarizados supone un reto para la recopilación y evaluación de información y datos, especialmente a través de las fronteras jurisdiccionales. El Sistema Nacional de Información sobre la Vegetación (NVIS)28 ofrece una solución parcial, pero siguen existiendo lagunas e incoherencias debido a las diferentes formas de cartografiar y analizar la vegetación en distintas partes de Australia.

Tipos de ecosistemas terrestres

Los ecosistemas terrestres se diferencian de los acuáticos por la presencia predominante de suelo en lugar de agua en la superficie y por la extensión de las plantas por encima de esta superficie de suelo/agua en los ecosistemas terrestres. Existe una amplia gama de disponibilidad de agua entre los ecosistemas terrestres (incluyendo la escasez de agua en algunos casos), mientras que el agua rara vez es un limitante para los organismos en los ecosistemas acuáticos. Dado que el agua amortigua las fluctuaciones de temperatura, los ecosistemas terrestres suelen experimentar mayores fluctuaciones de temperatura diurnas y estacionales que los ecosistemas acuáticos en climas similares[2].

Los organismos de los ecosistemas terrestres tienen adaptaciones que les permiten obtener agua cuando todo el cuerpo ya no está bañado en ese fluido, medios para transportar el agua desde los sitios limitados de adquisición al resto del cuerpo y medios para evitar la evaporación del agua de las superficies corporales. También tienen rasgos que les proporcionan soporte corporal en la atmósfera, un medio mucho menos boyante que el agua, y otros rasgos que los hacen capaces de soportar los extremos de temperatura, viento y humedad que caracterizan a los ecosistemas terrestres. Por último, los organismos de los ecosistemas terrestres han desarrollado muchos métodos de transporte de gametos en entornos en los que el flujo de fluidos es mucho menos eficaz como medio de transporte[cita requerida].

Animales del ecosistema terrestre

Reconstruir con precisión la historia evolutiva de las plantas y los animales terrestres es esencial para comprender el origen y el desarrollo de los ecosistemas terrestres. También permite comprender el ciclo biogeoquímico del carbono [1] (véase Un ciclo del carbono perturbado por las actividades humanas) y su impacto crítico en el funcionamiento de nuestro planeta. El ciclo del carbono está fuertemente influenciado por la vida terrestre, principalmente a través del secuestro de carbono [2] y la alteración atmosférica de las rocas. Las plantas desempeñan un papel muy importante en este proceso, pero no son las únicas.

Las micorrizasAsociación simbiótica entre las raíces de las plantas y los hongos del suelo. Afectan a más del 95% de las plantas terrestres. Proporcionan a las plantas un mejor acceso a los nutrientes del suelo y les ayudan a resistir mejor las tensiones ambientales. facilitan la recuperación y asimilación de los nutrientes del suelo, contribuyendo así en gran medida a la alteración de las rocas (véase La biosfera, un actor geológico importante). Los artrópodos también tienen un papel crucial en el desarrollo del suelo y en la descomposición y el reciclaje de los nutrientes.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.