Aplicación de identificación de enfermedades de las plantas de interior
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Al cultivar cannabis observaremos muchos patógenos que amenazan a nuestras plantas. Los insectos como la araña roja, los trips, las moscas blancas, los minadores, etc. y los hongos como el oídio, la botritis, el mildiu, el pythium, son los principales enemigos tanto para los cultivadores de interior como de exterior. ¿Cómo identificar cada plaga? ¿Por qué aparecen? ¿Cómo gestionarlas? ¿Cómo evitar las plagas y enfermedades? Son preguntas habituales a las que respondemos aquí.
El aceite de neem es un subproducto de un árbol endémico de la India y Birmania y otras zonas tropicales y subtropicales, conocido como árbol de neem o nim (Azadirachta indica) entre otros nombres. Es un árbol de hoja perenne (no pierde las hojas en otoño) que puede alcanzar más de 20 metros de altura, y no necesita grandes cantidades de agua para desarrollarse. En la actualidad, y debido a sus múltiples usos (desde la industria farmacéutica hasta la agricultura), se puede encontrar prácticamente en todas las zonas tropicales del planeta, excepto en las de gran altitud. Su relación con la humanidad se remonta a varios milenios, como confirman algunas hojas de neem encontradas en yacimientos arqueológicos de hace 4.500 años en la cuenca del Indo, en el actual Pakistán.
Insectos comunes de las flores
Esta publicación resume cómo cultivar correctamente las plantas de interior y controlar las plagas de insectos y ácaros y las enfermedades que infestan las plantas de interior. Se describen la identificación de las plagas, los síntomas de los daños y las estrategias de gestión de las plagas de insectos y ácaros y de las enfermedades.
Al adquirir cualquier planta nueva, ya sea una comprada o un regalo, aísle esa planta de las demás de la casa durante al menos 30 días. Durante ese tiempo, inspeccione cuidadosamente la planta en busca de problemas de insectos o enfermedades.
Si los problemas son menores, tome las medidas correctivas que sugerimos en esta publicación y asegúrese de que el problema está controlado o eliminado antes de colocar la planta cerca de su colección de plantas sanas. Si el problema está muy avanzado, es mejor que deseche la planta.
El cultivo de plantas de interior es un pasatiempo desafiante y gratificante que todos pueden disfrutar y no tiene por qué ser difícil. Dé a las plantas lo que necesitan y le irán bien. Niégales demasiadas necesidades y las plantas fracasarán.
Tómese el tiempo necesario para conocer las necesidades culturales de una planta concreta cuando la compre y esté atento a posibles problemas de enfermedades e insectos. Si una planta tiene un color pobre u hojas o flores distorsionadas, o si la planta tiende a caerse, algo va mal. Estas señales de socorro le indican que la planta tiene problemas y que debe tomar medidas correctivas.
Enfermedades de las plantas de interior y su tratamiento
Cuando las plagas o enfermedades atacan a las plantas de jardín, el primer paso para arreglar la planta enferma es identificar la causa. Empiece por averiguar si el problema está causado por una plaga de insectos o por una enfermedad de las plantas. A continuación, acota la búsqueda identificando la plaga o la enfermedad concreta, o averiguando cómo está dañando la planta la plaga. Las plagas suelen chupar la savia, masticar o alimentarse excavando en la hoja o el tallo.
A continuación, veremos algunos de los problemas de plagas y enfermedades más comunes en las plantas de jardín y cómo controlarlos. Recuerda siempre seguir las instrucciones de aplicación cuando utilices controles químicos.
La forma en que ataca una plaga es la clave del tratamiento. Cuando detectes una plaga evidente, elimínala a mano y mátala para reducir los daños a la planta. Las grandes infestaciones, como la cochinilla, suelen poder eliminarse mediante la poda.
Todo tipo de orugas se alimentan de las hojas de las plantas de jardín. Algunas, como el gusano del capullo, se introducen en las flores y los frutos. Aunque todas pueden dañar las plantas, algunas orugas son bienvenidas porque se convierten en mariposas o polillas vistosas. Sin embargo, las especies plaga causan grandes daños y deben ser controladas.
Enfermedades de las plantas de interior Pelusa blanca
Las plagas más comunes de las plantas de follaje y de flor son los ácaros, las cochinillas, los mosquitos del hongo, la mosca blanca y los pulgones. El uso de material vegetal para la decoración de exteriores y de interiores las expone a todo tipo de plagas de jardín, como orugas, babosas, caracoles y trips, muchos de los cuales prosperan una vez que las plantas se trasladan de nuevo al interior. Por este motivo, las plantas que se trasladan de las terrazas, patios, etc. al hogar o la oficina deben lavarse a fondo con un chorro de agua clara.
A pesar de los mejores programas de control empleados por los cultivadores y minoristas, a veces ocurre que una planta nueva alberga plagas cuyos huevos han sobrevivido para eclosionar en las condiciones de su hogar. Un periodo de aislamiento (10-14 días) puede ser la solución. Sin embargo, algunas plagas pueden no aparecer durante más tiempo, estando presentes en pequeñas cantidades hasta que el clima interior sea más favorable; por ejemplo, los ácaros de la araña prosperan en el aire seco, por lo que puede que no se hagan evidentes hasta que haya pasado la estación húmeda.
Los controles regulares y frecuentes para detectar crecimientos anormales e insectos pueden combinarse con los controles de las necesidades de riego. La mayoría de las plagas acechan bajo las hojas y cerca de la punta de crecimiento, donde el tejido es más blando. La mayoría de estas plagas pueden eliminarse con un chorro de agua. Varios lavados durante un periodo de dos o tres semanas, más el aislamiento de la planta infestada para evitar que la plaga se traslade a otras plantas, suelen eliminar el problema. Los aerosoles químicos no son agradables de usar, y generalmente se recomiendan para su aplicación en el exterior. Algunos plaguicidas son peligrosos, no sólo para el medio ambiente en general, sino para el tejido de la planta. Los helechos son extremadamente sensibles a todas las formas de pulverización química, y es mejor retirar y destruir las frondas infestadas.