Problemas del árbol de Jacaranda

Las hermosas jacarandas ornamentales son originarias de Sudamérica y prosperan en regiones tropicales y subtropicales.    Las jacarandas se han adaptado en todo el mundo porque parecen sacadas de un cuento de hadas cuando están en plena floración. La belleza de este árbol es inigualable: racimos de fragantes flores en forma de trompeta adornan el árbol, mientras que las ramas arqueadas cargadas de flores forman un dosel llamativo.

Los jacarandás se plantan principalmente a lo largo de las calles, pero también pueden utilizarse para ajardinar grandes jardines. Aunque son resistentes y adaptables, las jacarandas necesitan bastantes cuidados durante los dos primeros años de su plantación. En este artículo estudiaremos con detalle cómo plantar y cuidar una jacaranda en el clima australiano.

El árbol de Jacaranda se ha adaptado a muchas regiones de Australia, incluidas las zonas templadas, tropicales y subtropicales (tenga en cuenta que el árbol de Jacaranda no florece profusamente en las regiones frías o propensas a las heladas).

Paso 7: Rellene aproximadamente 1/3 de la parte del hoyo de plantación con tierra y rellénela suavemente para eliminar las bolsas de aire. Añada otra capa de tierra y continúe el proceso hasta que el agujero esté lleno pero la parte superior del cepellón siga expuesta.

Jacaranda mimosifolia

Uno de los árboles de floración primaveral más hermosos, el jacarandá florece en abril o mayo, después de que las ramas desnudas de este árbol brevemente caducifolio comienzan a brotar un nuevo crecimiento.Este es un árbol grande, mejor utilizado como un espécimen de patio único en un patio de tamaño medio, o en cualquier lugar que funcione bien en una propiedad más grande.

Los brillantes racimos de flores de color lavanda son enormes – hasta 12 pulgadas de largo y hasta 8 pulgadas de ancho. Algunas personas consideran que este hermoso árbol es «desordenado» porque cuando los pétalos caen cubren el suelo debajo del árbol. Si se coloca en el césped, en lugar de junto a las aceras o los accesos, las flores caídas resultan más pintorescas y no es necesario limpiarlas. Las jacarandas tardan en florecer: si se plantan a partir de esquejes injertados (lo que venden los viveros), el árbol empezará a florecer cuando tenga entre 5 y 7 años. Una vez que las flores de la jacaranda han terminado de florecer, las hojas se llenan de un follaje fino que crea un ambiente de sombra moteada bajo la copa. Las ramas crecen con una forma algo extraña cuando son jóvenes, pero forman una bonita copa redondeada cuando el árbol alcanza los 6 metros de altura.

Abono del árbol de jacaranda

El nombre es de origen sudamericano (más concretamente tupí-guaraní), y significa fragante[3] La palabra jacaranda fue descrita en A supplement to Mr. Chambers’s Cyclopædia, 1st ed., (1753) como «un nombre dado por algunos autores al árbol cuya madera es el tronco, utilizado en la tintura y en la medicina» y como de origen tupí-guaraní,[4][5] a través del portugués.[6] Aunque no es consistente con la fuente guaraní, una pronunciación común del nombre en inglés está dada por /ˌdʒækəˈrændə/.[7]

Las especies son desde arbustos hasta grandes árboles de 20 a 30 m de altura. Las hojas son bipinnadas en la mayoría de las especies, pinnadas o simples en unas pocas especies. Las flores se producen en grandes panículas, cada una de ellas con una corola de cinco lóbulos de color azul a azul púrpura; algunas especies tienen flores blancas. El fruto es una cápsula aplanada de forma oblonga a ovalada que contiene numerosas semillas delgadas. El género se diferencia de otros géneros de las Bignoniaceae por tener un estaminodio más largo que los estambres, polen tricolpado y un número de cromosomas de 18.

El jacarandá no florece

El jacarandá florece en primavera o a principios de verano, y su brillante despliegue dura unos dos meses. Las flores del jacarandá pueden llegar a medir hasta 5 cm y se presentan en racimos o panículas de unos 30 cm.

El problema más grave que puede tener el árbol de la jacaranda es la enfermedad de la quemadura de la adelfa, causada por la bacteria letal Xylella fastidiosa. Esta infección puede ser causada por otra plaga, el tirador de alas vidriosas, que podría infestar las hojas. Lamentablemente, no hay cura para la enfermedad de la adelfa.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.