El papel de la química en la energía y el medio ambiente

Mientras seguimos considerando los impactos ambientales de la producción de energía como parte de su precio de mercado, también debemos reconocer la importancia de la equidad ambiental y las facetas del sector energético que sólo afectan a grupos específicos de personas, a menudo tradicionalmente marginados. Pasar a fuentes de energía más ecológicas es un paso importante para hacer frente a la carga medioambiental de la producción de energía, pero debemos tener en cuenta los problemas de equidad creados por cualquier nueva fuente de energía.

La energía más limpia es la que no se utiliza. Deben desarrollarse enfoques para conservar la energía que complementen el despliegue de las tecnologías energéticas con bajas emisiones de carbono. El análisis del ciclo de vida o del sistema, incluida la gestión de residuos, es fundamental para determinar si se está conservando la energía. La mejora de un componente del sistema energético puede ser a costa de la degradación de otro: en conjunto, el sistema es tan ecológico como el eslabón más débil de la cadena.

La infraestructura energética actual necesita una transición para acomodar suficientemente el almacenamiento, la intermitencia y la creciente electrificación. Para ello es necesario aumentar la seguridad física y cibernética, la resistencia, la flexibilidad de la red y las líneas de transmisión. La electrificación sólo es sostenible si se produce a partir de fuentes de baja emisión de carbono.

El papel de la química en la energía

Tenemos que reducir el uso de combustibles fósiles, pero las fuentes de energía renovables pueden ser poco fiables. Los químicos podrían suavizar el suministro irregular de la energía solar y eólica desarrollando combustibles y baterías capaces de almacenar energía en las horas punta. Para que esta tecnología se implante en las redes nacionales, será necesario unir disciplinas dispares y romper las barreras políticas, sociales y económicas.

Para contribuir a la lucha contra el cambio climático y al abandono de los combustibles fósiles, debemos utilizar la energía de forma más eficiente. En Alemania, por ejemplo, casi un tercio de la energía se pierde al convertirla de una forma a otra. La investigación que haga más eficientes estos procesos puede ayudarnos a reducir las emisiones de carbono.

Sin embargo, también tendremos que cambiar a la electricidad renovable. Este cambio tendrá que ser decisivo para que la generación de energía sea eficiente y asequible, pero hay otros problemas que superar: la energía eólica y la solar son intrínsecamente intermitentes, y por el momento la energía generada a partir de combustibles fósiles se utiliza para llenar los vacíos. La mejora del almacenamiento de energía permitiría almacenar la electricidad generada en los momentos de máxima producción, lo que aumentaría drásticamente la viabilidad de las energías renovables.

Procesos químicos en los sistemas de energía renovable

La concentración global de dióxido de carbono en la atmósfera es ahora, casi con toda seguridad, más alta de lo que ha sido en un millón de años. Sin embargo, la buena noticia es que 2015 fue el primer año registrado en el que las fuentes de energía renovables superaron al carbón para convertirse en la mayor fuente de capacidad eléctrica del mundo.

Todos sabemos que uno de nuestros retos inmediatos en materia de energía es minimizar o eliminar cualquier aumento adicional. Sin embargo, además de la sostenibilidad medioambiental, para garantizar un futuro energético sostenible, las naciones de todo el mundo se enfrentan a otros dos retos:

La igualdad energética: accesibilidad y asequibilidad de la energía para todos. Por ejemplo, en 2011 el 18% de la población mundial no tenía acceso a la electricidad en absoluto. Para los que sí lo tienen, el coste de la electricidad, y también de los combustibles, repercute en los consumidores individuales y en las empresas.

Es crucial que equilibremos estos factores para poder suministrar simultáneamente energía asequible a una población mundial creciente y minimizar nuestro impacto en el medio ambiente. Al igual que ocurre con otros retos mundiales, no existe una única solución global.

Recursos renovables

La concentración global de dióxido de carbono en la atmósfera es ahora, casi con toda seguridad, más alta de lo que ha sido en un millón de años. Sin embargo, la buena noticia es que 2015 fue el primer año registrado en el que las fuentes de energía renovables superaron al carbón para convertirse en la mayor fuente de capacidad eléctrica del mundo.

Todos sabemos que uno de nuestros retos inmediatos en materia de energía es minimizar o eliminar cualquier aumento adicional. Sin embargo, además de la sostenibilidad medioambiental, para garantizar un futuro energético sostenible, las naciones de todo el mundo se enfrentan a otros dos retos:

La igualdad energética: accesibilidad y asequibilidad de la energía para todos. Por ejemplo, en 2011 el 18% de la población mundial no tenía acceso a la electricidad en absoluto. Para los que sí lo tienen, el coste de la electricidad, y también de los combustibles, repercute en los consumidores individuales y en las empresas.

Es crucial que equilibremos estos factores para poder suministrar simultáneamente energía asequible a una población mundial creciente y minimizar nuestro impacto en el medio ambiente. Al igual que ocurre con otros retos mundiales, no existe una única solución global.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.