Conservación de la fauna de Panamá

El estrecho istmo de Panamá alberga el famoso Canal de Panamá y está situado entre Costa Rica y Colombia. Forma un puente terrestre entre América del Norte y del Sur. Es un semillero de biodiversidad y cuenta con el mayor número de especies registradas de todos los países centroamericanos. El paisaje de Panamá se compone de selva tropical de baja altitud y zonas costeras formadas por manglares, bosques secos y campos, bosques nubosos de montaña y de altura, crestas volcánicas, archipiélagos insulares y mar abierto. Esta gran variedad de ecosistemas da cobijo a miles de especies diferentes de plantas y animales. La fauna de Panamá es lo que atrae a mucha gente a este país, para sumergirse en una experiencia completa de observación de la naturaleza tropical.

La fauna de Panamá tiene una historia interesante. Hace aproximadamente 3 millones de años, cuando se formó el puente terrestre, Panamá fue el lugar del Gran Intercambio Faunístico Americano. Fue entonces cuando animales como los gatos, los perezosos y los ciervos del norte emigraron al sur. Del sur llegaron armadillos, zarigüeyas y puercoespines al norte. Panamá se convirtió en un hogar permanente para muchos de estos animales durante la migración. En los suelos panameños se han encontrado fósiles de perezosos gigantes, tiburones megalodón, corales, primates, mamíferos parecidos al rinoceronte, gatos con dientes de sable y mucho más. Durante las excavaciones del Canal de Panamá se han realizado importantes investigaciones que nos han revelado un mundo de migraciones masivas de animales. Todas estas especies se suman a la gran biodiversidad que posee Panamá en la actualidad.

Plantas en Panamá

La ecorregión de los bosques secos panameños (WWF ID:NT0224) abarca los bosques secos de baja altitud que rodean la costa del Golfo de Panamá en el lado del Océano Pacífico. Es una de las ecorregiones más degradadas de Centroamérica, ya que ha sido fuertemente convertida a la agricultura. Sin embargo, también es importante por su alta biodiversidad, los altos índices de especies endémicas y su importancia como corredor biológico entre los bosques húmedos del interior y los manglares de la costa[1][2][3][4].

El Golfo de Panamá tiene golfos menores alrededor de su borde. El sector más grande de esta ecorregión está alrededor del Golfo de Parita en el oeste. Hay sectores más pequeños en el norte en la Bahía de Panamá (alrededor de la Ciudad de Panamá), y la Bahía de San Miguel en el este. La mayor parte de la región son tierras bajas, con una elevación promedio de 80 metros (260 pies)[3] El sector occidental está rodeado en el lado interior por la ecorregión de los bosques húmedos del Istmo-Pacífico, los sectores orientales por la ecorregión de los bosques húmedos del Istmo-Atlántico. Hay una fina franja de manglares en el lado de la costa de algunas partes de la ecorregión[2].

Plantas y animales de Panamá

Debido a la yuxtaposición de la selva tropical de tierras bajas y los arrecifes de coral, la Estación Biológica de Bocas del Toro ofrece una enorme biodiversidad que no se encuentra en ningún otro lugar. Esta alta biodiversidad se traduce en oportunidades excepcionales para el estudiante, el investigador y el naturalista aficionado.

Los pastos tipo sabana son hábitats importantes en nuestra zona. A diferencia de la conversión de pastos en otros lugares, a la gente de la zona de Bocas le gusta dejar en su sitio muchos de los árboles más grandes, como ceibas, almendros e higueras. Esto proporciona un hábitat similar al de la sabana, que atrae a muchas especies de animales, especialmente aves e insectos. Los ecotonos creados entre los pastos y el bosque son algunos de los mejores lugares para observar la fauna, como pacas, monos y aves. Los pájaros campaneros de tres varas se ven a menudo aquí haciendo su ruidoso y extraño llamado desde la cima de los grandes árboles. Los milanos plumíferos y la oropéndola de Moctezuma anidan con frecuencia en árboles de pasto aislados. Los reptiles en general son raros aquí, pero la culebra verde (Leptophis) y la parda (Oxybelis) son muy comunes. Estos pastizales también son importantes en términos de regeneración forestal. Cada árbol que permanece se convierte en un lugar de paso para las aves que pasan por la zona y a menudo dejan sus excrementos cargados de semillas. Los árboles solitarios se convierten en islas de vegetación secundaria y, con el tiempo, crecen en tamaño y acaban formando bosques continuos. El proyecto de restauración de la selva tropical del ITEC se centra en la replantación de este tipo de zonas.

Gobierno de Panamá

Panamá ha otorgado el estatus de humedales protegidos a 5 regiones del país. Los humedales de la zona de la bahía de Panamá se consideran ahora zonas naturales protegidas. Los humedales desempeñan un papel esencial en la protección de la biodiversidad y la regulación del clima. El lugar está reconocido como un importante punto de parada para las aves playeras migratorias. En una temporada se avistaron hasta 360.000 ejemplares y se calcula que entre 1 y 2 millones de aves hacen escala allí durante la migración. La zona natural es también un hábitat para especies protegidas como los comedores de hormigas, los tapires de Baird y las tortugas bobas.

La pesca y la agricultura son las principales actividades humanas en la región, pero debido a su proximidad a la ciudad de Panamá, la presión del desarrollo urbano es cada vez mayor, así como la contaminación, debido al vertido de aguas residuales al mar. Se han llevado a cabo muchas investigaciones sobre las aves costeras en la zona y recientemente ha sido declarada zona de importancia para la conservación de las aves.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.