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Un ecosistema aéreo es una comunidad de organismos vivos junto con los componentes no vivos de su entorno aéreo, que interactúan como un sistema. Un ecosistema puede ser de cualquier tamaño, pero normalmente se limitan a unas pocas especies.

Estos componentes bióticos y abióticos son reconocidos por relacionarse entre sí a través de los ciclos de nutrientes y flujos de energía. Un ecosistema se define por la cadena de interacciones entre los organismos, y entre éstos y su entorno.

En el caso de los ecosistemas aéreos, los organismos que lo componen pueden hacer vida en el aire. Una ventaja de este medio es que tiene pocos depredadores, no tiene obstáculos para movilizarse y es fácilmente localizable para las presas.

Ecosistema arbóreo

ResumenComprender los complejos factores y mecanismos que impulsan el funcionamiento de los ecosistemas costeros es vital para evaluar cómo los organismos, los ecosistemas y, en última instancia, las poblaciones humanas harán frente a las consecuencias ecológicas de los impactos naturales y antropogénicos. Con este objetivo, los programas y estudios de seguimiento de las costas deben proporcionar información sobre una serie de variables y factores, desde la diversidad taxonómica/funcional y la distribución espacial de los hábitats, hasta los indicadores de estrés antropogénico, como el uso del suelo, el uso de la pesca y la contaminación. Por lo tanto, los programas de seguimiento eficaces deben integrar observaciones procedentes de diferentes fuentes y escalas espaciales para ofrecer una visión global a los gestores. Aquí exploramos la integración de estudios aéreos desde un sistema de aeronaves pilotadas por control remoto (RPAS) de bajo coste con estudios submarinos simultáneos para ofrecer un enfoque novedoso de la vigilancia costera. Nosotros: (i) cartografiamos la profundidad y el sustrato de los hábitats rocosos poco profundos, y; (ii) clasificamos los principales biotopos asociados a estos ejes ambientales; y (iii) combinamos los datos de i y ii para evaluar la distribución probable de los conjuntos de organismos sésiles comunes en el área de estudio. Por último, proponemos un flujo de trabajo general que puede adaptarse a diferentes necesidades y plataformas aéreas, y que puede utilizarse como modelo para una mayor integración de la teledetección con los estudios in situ para producir mapas de biotopos espacialmente explícitos.

Ejemplos de animales aéreos

Los depredadores ápice suelen definirse en términos de dinámica trófica, lo que significa que ocupan los niveles tróficos más altos. Las cadenas alimentarias suelen ser mucho más cortas en tierra, limitándose normalmente a ser consumidores secundarios; por ejemplo, los lobos depredan sobre todo grandes herbívoros (consumidores primarios), que se alimentan de plantas (productores primarios). El concepto de depredador ápice se aplica en la gestión de la fauna, la conservación y el ecoturismo.

Durante muchos siglos, los seres humanos han interactuado con los depredadores del vértice, como el lobo, las aves de presa y los cormoranes, para cazar animales de caza, aves y peces, respectivamente. Más recientemente, los seres humanos han empezado a interactuar con los depredadores superiores de nuevas maneras. Entre ellas se encuentran las interacciones a través del ecoturismo, como con el tiburón tigre, y a través de los esfuerzos de rewilding, como la propuesta de reintroducción del lince.

Dado que los depredadores de la cúspide tienen poderosos efectos sobre otros depredadores, sobre los herbívoros y sobre las plantas, pueden ser importantes para la conservación de la naturaleza[21] Los seres humanos han cazado muchos de los depredadores de la cúspide al borde de la extinción, pero en algunas partes del mundo estos depredadores están regresando[22] Están cada vez más amenazados por el cambio climático. Por ejemplo, el oso polar necesita amplias zonas de hielo marino para cazar sus presas, normalmente focas, pero el cambio climático está reduciendo el hielo marino del Ártico, lo que obliga a los osos polares a ayunar en tierra durante periodos cada vez más largos[23].

Tipos de ecosistema

La vida en un ecosistema suele consistir en la competencia por los recursos limitados, una característica de la teoría de la selección natural. La competencia en las comunidades (todos los seres vivos dentro de hábitats específicos) se observa tanto dentro de las especies como entre especies diferentes. Los recursos por los que compiten los organismos incluyen la materia orgánica de los organismos vivos o anteriormente vivos, la luz solar y los nutrientes minerales, que proporcionan la energía para los procesos vivos y la materia para formar las estructuras físicas de los organismos. Otros factores críticos que influyen en la dinámica de la comunidad son los componentes de su entorno físico y geográfico: la latitud de un hábitat, la cantidad de lluvia, la topografía (elevación) y las especies disponibles. Todas ellas son variables ambientales importantes que determinan qué organismos pueden existir en una zona concreta.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.