Ecosistema acuático

Un ecosistema aéreo es una comunidad de organismos vivos junto con los componentes no vivos de su entorno aéreo, que interactúan como un sistema. Un ecosistema puede ser de cualquier tamaño, pero suelen limitarse a unas pocas especies.

Estos componentes bióticos y abióticos son reconocidos por relacionarse entre sí a través de los ciclos de nutrientes y flujos de energía. Un ecosistema se define por la cadena de interacciones entre los organismos, y entre éstos y su entorno.

En el caso de los ecosistemas aéreos, los organismos que lo componen pueden hacer vida en el aire. Una ventaja de este medio es que tiene pocos depredadores, no tiene obstáculos para movilizarse y es fácilmente localizable para las presas.

Ecosistema terrestre

Los ecosistemas biodiversos proporcionan beneficios para la salud en todas las categorías de servicios de los ecosistemas. Los entornos biodiversos proporcionan servicios de aprovisionamiento, como alimentos, agua dulce, medicinas, fibras y energía limpia, y una investigación apasionante ha revelado los poderosos beneficios para la salud de los servicios de apoyo, regulación y cultura de los ecosistemas. Por ejemplo, las comunidades biodiversas pueden filtrar los contaminantes y las toxinas de nuestro aire y agua, y mitigar las inundaciones, el cambio climático y la transmisión de enfermedades infecciosas (MEA, 2005). La interacción con entornos biodiversos también ofrece oportunidades de socialización, restauración cognitiva y actividad física que tienen efectos en cascada sobre la salud física, cognitiva y emocional (Aerts et al., 2018; Lai et al., 2019).

Figura 1. Diagrama conceptual de cómo la urbanización altera los servicios de los ecosistemas, los aerobiomas y la salud humana. Las áreas urbanas generalmente tienen menos vegetación (espacios verdes) y ecosistemas alterados que resultan en reducciones de muchos servicios ecosistémicos con impactos directos e indirectos en la salud. Tanto las reducciones en los servicios de regulación (por ejemplo, lo que resulta en la reducción de la calidad del aire / mayor contaminación del aire) y los servicios de apoyo (por ejemplo, lo que resulta en la reducción del mantenimiento de la diversidad genética) afectan a la composición, y la diversidad microbiana y la abundancia de los aerobiomas. Además, los espacios verdes menos biodiversos y/o menos extensos en las ciudades limitan las oportunidades de recreación al aire libre (un servicio ecosistémico cultural). Esta menor exposición a aerobiomas biodiversos por parte de los habitantes de las ciudades ahoga el servicio de aprovisionamiento que la exposición a un microbioma biodiverso tiene en el desarrollo y la función inmunológica saludable, lo que lleva a resultados de salud pobres. En rojo destacamos las lagunas de conocimiento y en verde las posibles soluciones para avanzar en este campo.

Ecosistema arbóreo

La vida en un ecosistema suele consistir en la competencia por los recursos limitados, una característica de la teoría de la selección natural. La competencia en las comunidades (todos los seres vivos dentro de hábitats específicos) se observa tanto dentro de las especies como entre especies diferentes. Los recursos por los que compiten los organismos incluyen la materia orgánica de los organismos vivos o anteriormente vivos, la luz solar y los nutrientes minerales, que proporcionan la energía para los procesos vivos y la materia para formar las estructuras físicas de los organismos. Otros factores críticos que influyen en la dinámica de la comunidad son los componentes de su entorno físico y geográfico: la latitud de un hábitat, la cantidad de lluvia, la topografía (elevación) y las especies disponibles. Todas ellas son variables ambientales importantes que determinan qué organismos pueden existir en una zona concreta.

Los ecosistemas aereos en línea

En general, se acepta que un ecosistema es un sistema interactivo de biota y su entorno físico asociado. Los ecologistas tienden a pensar en estos sistemas como identificables a muchas escalas diferentes con límites seleccionados para resaltar las interacciones internas y externas. En este sentido, un ecosistema acuático podría identificarse por el predominio del agua en la estructura interna y las funciones de una zona. Tales sistemas incluyen intuitivamente arroyos, ríos, estanques, lagos, estuarios y océanos. La mayoría de los ecologistas y reguladores medioambientales también incluyen los humedales con vegetación como miembros del conjunto de ecosistemas acuáticos, y muchos piensan en los sistemas de acuíferos subterráneos como miembros potenciales del conjunto. «Ecosistemas acuáticos y terrestres relacionados» es una frase que reconoce la imposibilidad de analizar los sistemas acuáticos sin tener en cuenta los vínculos con los entornos terrestres adyacentes.

La inclusión de «ecosistemas terrestres relacionados» para este estudio es un reflejo del estado de la ciencia que reconoce la multitud de procesos que vinculan los sistemas terrestres y acuáticos. Los ecologistas fluviales conocen desde hace tiempo las importantes conexiones entre los ríos y sus llanuras de inundación (Junk et al., 1989; Stanford et al., 1996). Los flujos de agua, nutrientes y sedimentos procedentes de las cuencas hidrográficas circundantes están muy influidos por las condiciones de la llanura de inundación. A la inversa, el valor del hábitat vegetal y animal de la llanura de inundación y el suministro de sedimentos y la fertilidad suelen estar determinados por la hidrología del río. Actualmente se entiende que este mismo tipo de relación entre el sistema terrestre y el acuático influye en muchas de las funciones de los humedales que motivan los esfuerzos de gestión (Wetzel, 2001). Los ecologistas de humedales han debatido durante años sobre el reconocimiento adecuado de la capacidad y la oportunidad de realizar funciones al realizar evaluaciones de los humedales. Un ejemplo clásico del debate se centra en dos humedales idénticos, uno en un paisaje forestal prístino y otro en un paisaje intensamente desarrollado. Se supone que ambos tienen capacidades internas equivalentes para secuestrar contaminantes, modificar las cargas de nutrientes y proporcionar hábitat, pero las condiciones del entorno hacen que la oportunidad de que se produzcan estas funciones difiera significativamente.

Por Nerea Pico

Bienvenid@, soy Nerea Pico. Te invito a leer mi blog, soy una apasionada de la naturaleza.